23.10.2024 | Los sindicatos anunciaron tres días de medidas de fuerza.
Mientras las representaciones gremiales reaccionaron a la decisión del Gobierno de mudar las funciones del organismo a una nueva agencia de recaudación y control aduanero, los especialistas ponen reparos sobre sus efectos.
El sorpresivo anuncio del Gobierno nacional por el que "dejó de existir" la Administración Federal de Ingresos Públicos fue acompañado por la inminencia de una nueva agencia de recaudación que promete ser más eficiente y menos burocrática, aunque especialistas en tributación ponen reparos sobre los alcances del recorte y, en especial, sobre el momento elegido para hacerlo.
Desde el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) convocaron a realizar un paro de actividades desde mañana y hasta el viernes 25 de octubre, entre las 10 y las 12 que incluirá un apagón informático y la realización de asambleas en los lugares de trabajo. Desde la Asociación de Empleados Fiscales y de Ingresos Públicos (AEFIP), el segundo gremio del organismo -el tercero es el de los jerárquicos- adhieren a la medida.
La decisión de avanzar con una medida de fuerza se concretó luego de una asamblea en el edificio de la Aduana Central donde convergieron los trabajadores aduaneros con la conducción del secretario general del SUPARA, Carlos Sueiro, a la que se sumó su par de la AEFIP, Pablo Flores.
"Reiteramos el absoluto repudio y rechazo a este anuncio unilateral, arbitrario e inconstitucional que no sólo procura avasallar al conjunto de la clase trabajadora sino también a sus familias. Esta organización sindical realizará todas las acciones gremiales y judiciales necesarias a fin de defender todos y cada uno de los puestos de trabajo que se ven amenazados por estas medidas", reportaron en un comunicado posterior.
Y advirtieron a "quienes lleven adelante las medidas anunciadas (porque) deberán asumir las consecuencias y responsabilidades políticas y penales de su ilegítimo accionar." Asimismo, convocaron a un plenario nacional de delegados para el viernes 1 de noviembre a las 12 horas en la sede gremial del SUPARA.
Ayer por la tarde, el vocero Manuel Adorni anunció que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) nacería con una estructura simplificada que redundaría en menores costos para los contribuyentes.
El flamante ente oficial, que seguirá liderado por Florencia Misrahi se dividirá en dos grandes áreas: la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA).
La DGI estará comandada por Andrés Gerardo Vázquez, contador Público y licenciado en Administración de Empresas con más de tres décadas de experiencia en la Dirección General Impositiva. A su vez, la DGA estará a cargo de José Andrés Velis, quien cuenta con una amplia trayectoria en Aduanas.
Además del cambio de la estructura, el Gobierno habla de una reducción de 45% los cargos superiores y en un 31% los inferiores. Además, los directores que cobraban sueldos cercanos a los 30 millones de pesos, pasarán a tener ingresos cercanos a los de un ministro nacional.
En ese sentido, la traducción de esa medida es la puesta en disponibilidad de unos 3000 agentes, un 15% de la planta, lo que motivó que los sindicatos de la Agencia anunciaran de manera automática un plan de lucha contra la medida. Ese punto preocupa a muchos especialistas en tributación ya que la estructura de la AFIP era central para esa operatoria.
Sin embargo, más allá del cambio de estructura y de denominación, los especialistas afirman que el impacto de la reforma podrá ser percibida recién "en algunos meses" por parte de los contribuyentes.
Consultados por El Cronista, distintos tributaristas confirman que se trata de una oportunidad para hacer más eficiente la recaudación de impuestos, destacaron la necesidad de invertir en tecnología y en recuperar y sostener a los cuadros técnicos que venían trabajando correctamente en la Agencia disuelta.
"Lo que se busca es reducir el gasto público. Tal vez racionalizando el personal que tiene y de los sueldos, por la especial característica que cobran un porcentaje de la recaudación y que son excesivos en comparación a otros estamentos del estado. Pero creo que es una excelente oportunidad para no solo eficientizar la recaudación, sino para hacer menos tediosa las presentaciones en cabeza de los contribuyentes", dijo el tributarista Marcelo D. Rodríguez.
Ese punto es central desde el punto de vista de quienes trabajan cotidianamente con los sistemas de recaudación: "Desde el pequeño contribuyente al que se le cuelga la página hasta el profesional que se tiene que conectar a la madrugada para hacer las presentaciones, todos necesitan que se mejore", comentó Martín Caranta, contador público, socio del estudio Lisicki Litvin.
En ese sentido, y luego de destacar que en AFIP hay "muy buenos profesionales y gente que no está siendo aprovechada", Caranta coincidió en señalar que es una gran oportunidad, aunque dijo que hay que esperar a las resoluciones técnicas que cristalicen el anuncio.
"La AFIP ha venido creciendo, sobredimensionándose y con un consiguiente retraso en tecnología. El 90 por ciento del presupuesto se iba en recursos humanos mientras las agencias de recaudación del mundo están invirtiendo mucho en tecnología para detectar cosas que se les escapan a los humanos", explicó.
En ese sentido, dijo que el 99% de lo que recaudaba la AFIP es por el aporte voluntario de los contribuyentes y que, con aplicaciones tecnológicas, eso podría aumentar: "Con ARCA o sin ARCA la renovación tecnológica era un tema pendiente", sintetizó.
Por su parte, el tributarista Mariano Ghirardotti estimó que la decisión del Gobierno nacional está centrada en lo que se "juzgaba como ineficiencia" de un espacio que contaba con escalafones y organizaciones sindicales diversas.
Si bien destacó que existieron mejoras, señaló que la AFIP iba a contramano de la tendencia, exigiendo cada vez más tiempo a los contribuyentes para presentar sus declaraciones: "Lo que debiera hacerse ahora es racionalizar regímenes de información que duplican y duplican el esfuerzo del contribuyente".
Existe otro punto que es observado de reojo por los especialistas y tiene que ver con el "timing" del Gobierno para presentar la eliminación de la AFIP. Si bien subrayaron que hasta el momento todos los sistemas están funcionando, a diez días del fin de la primera etapa del blanqueo, se teme por la caída de las herramientas de datos.
"Hay miedo que se caiga la presentación sistémica", dijo uno de los consultados.
Los sindicatos de AFIP y Aduana han presentado planes de lucha contra los despidos y reasignaciones. Un posible ataque a los sistemas sería un delito, y, más bien, se teme por una salida de línea en medio de un paro de los trabajadores. "Entiendo que no tendrían que pasar cosas raras. De otra forma, deberíamos pensar en un boicot y entiendo que no es el espíritu", concluyó Caranta.
En efecto, desde el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) convocaron a realizar un paro de actividades desde mañana y hasta el viernes 25 de octubre, entre las 10 y las 12 que incluirá un apagón informático y la realización de asambleas en los lugares de trabajo.
Fuente: El Cronista